La mentira que nos decimos

Hace unos días volví a leer una frase que se quedó girando en mis pensamientos y aunque no recuerdo quien lo dijo, la frase dice así: “Te puedes dar el lujo de vivir sin Cristo, pero no te puedes dar el lujo de morir sin él” Y aunque me parece una frase bastante certera, creo que en los tiempos en los que estamos viviendo ya nadie puede darse el lujo de vivir sin Cristo.

No me cabe duda de qué estamos viviendo en los tiempos finales como lo señala la Biblia, estos son los días en que la maldad es mayor que en los días de Sodoma y Gomorra, son los días en que el amor de muchos se ha enfriado, los días en que las guerras y rumores de guerra aumentan, en que las pestes y destrucción son el pan de cada día y me parece increíble pensar que haya alguien que crea que puede vivir en estos días sin Cristo. 

No, no es posible; es por eso que mucha gente lamentablemente toma la opción de quitarse la vida, porque al no tener a Cristo en sus corazones no le encuentran el sentido a la vida por lo que deciden renunciar a ella. Me parece increíble la cantidad de personas que sufren depresión, y no te estoy hablando solamente de los ricos y famosos; probablemente una persona en tu familia está pasando por depresión, quizás uno de tus amigos cercanos está batallando contra la depresión; y al no tener a Cristo en sus vidas la batalla se hace más difícil de pelear. 

Estos pensamientos venían a mi corazón siendo que estamos por terminar el año y es la temporada en la qué podemos hacer cálculos ya sea del éxito o fracaso que cosechamos este año; ahora a las puertas del último mes del año nos podemos sentar y ver hacia atrás en estos 11 meses anteriores, qué fue lo que hicimos? Que tanto alcanzamos de las metas que nos habíamos propuesto? Muchos quizá ni siquiera lograron salir del punto de partida y esos pensamientos de derrota y desvalorización azotan en el alma de una manera cruel. No, no puedes darte el lujo de vivir sin Cristo; yo lo sé muy bien. A lo largo de mi vida he experimentado sentimientos de derrota, escasez, divisiones, persecuciones, colapsos familiares, enfermedades mortales, depresión y muchas otras batallas de las cuales sólo la Gracia y Misericordia de Cristo Jesús me han sacado; por eso puedo decirte con certeza: No puedes darte el lujo de vivir sin Cristo. 

Este día yo quiero animarte a que te acerques a Dios, si los sentimientos de tristeza y fracaso que vienen a consecuencia de estas temporadas de fin de año están empezando a invadirte, sal corriendo hacia los brazos del Padre y no te quedes estancado dónde estás. Yo te invito a que en este día busques salir del hoyo de la desesperación y dejes de rechazar la ayuda que necesitas, Cristo es esa ayuda; es a Él al que rechazas cuando no aceptas la invitación a la iglesia, es a Él al que rechazas cuando no recibes el consejo Cristiano.

Yo no puedo darme el lujo de vivir sin Cristo, y tú tampoco; ciertamente en estos tiempos donde el final se acerca ninguno debería mentirse más asimismo. No, no podemos vivir sin Cristo y tampoco podemos morir sin Él.

Juan 15:5 TLA El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada.

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Has esta Oración: Señor Jesús este día te pido perdón por no atender tu llamado, y te pido Señor que puedas recibirme y me permitas estar contigo, entiendo que separada de ti nada puedo hacer y que hoy más que nunca te necesito a mi lado. Cristo Jesús gracias por tu sacrificio en la cruz del calvario te recibo en mi corazón y te entrego mi vida quiero vivir para ti y cuando mi final llegue morir en ti. En el nombre de Jesús Gracias, Amén y Amén.

Pastora Susan Cruz, Casa de Oración Elolím Ministerios Ebenezer VA.

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