Hasta cuando...
Te encuentras ahora, o te has encontrado en ese punto en medio de las dificultades y los problemas; donde parece que te llueve sobre mojado, y lo único que sale de tus labios; antes que las lágrimas empiecen a brotar como un manantial de tus ojos, son estas palabras: "hasta cuando"... Seguro esa vivencia ha sobrecogido tus pensamientos. Hasta cuando va a seguir esta situación, hasta cuando van a entender, hasta cuando va a cambiar, hasta cuando tengo que seguir, hasta cuando, hasta cuando!...
Cuando éramos pequeñas, soñábamos con crecer; y poder hacer esto y aquello, con tener los privilegios de una mujer adulta, y alcanzar todas las metas propuestas. Si tan sólo nos hubiesen explicado que la vida no era tan sencilla al convertirnos en adultos, y que con tantos privilegios vendrían muchas responsabilidades, y de la mano, algunos (o muchos) problemas. Si hubiésemos sabido que las decisiones que tomamos nos llevarían a situaciones displacenteras, que representarían un reto un tanto más difícil de lo que podríamos afrontar. Puede ser un trabajo que nos demanda demasiado, un matrimonio que no es como en los cuentos de hadas, los compañeros de estudio que no nos apoyan, los hijos que no son tan fáciles de criar, etc; cual sea tu situación, quizá te encuentres diciendo ahora mismo; hasta cuando?
Seguro encuentras inspiración de otras personas para continuar, o verdaderamente eres una guerrera que no se da por vencida, y por sobre todo Confías en Dios para sacarte adelante; aunque a veces pareciera que te a dejado olvidada. Pero No es así; Dios no nos deja desamparados. Jesús mismo nos lo dice en Mateo 6:26-33, Dios cuida de las pequeñas cosas de la naturaleza, y sin lugar a duda cuidará también de nosotros; y especifica en el verso 33 que cuando le ponemos a Él Primero en nuestra vida, Él se encargará de que lo tengamos todo. Pero no solamente se trata de que Dios cuide de proveernos lo que necesitamos; también nos prepara para que podamos administrarlo y disfrutarlo mejor. Alguna vez has leído la historia de José en la Biblia? en Génesis 37,39,40-50; Vemos como un joven muy amado por sus padres, que lo tenia todo y era feliz, fue despreciado por sus hermanos, secuestrado por ellos mismos, que intentaron asesinarlo, luego lo vendieron como esclavo, se lo llevaron a un lugar lejano del que el no tenia ningún conocimiento (que ni siquiera hablaba el idioma), fue vendido como esclavo (por segunda vez!), fue acosado sexualmente, acusado y encarcelado injustamente, preso por varios años por un crimen que no cometió, y para rematar el amigo que prometió ayudarle y pagarle un favor se olvidó de el por un par de años! Definitivamente que a José le llovió sobre mojado, parecía que Dios se olvidó de el y que después de tenerlo todo fue desolado. Pero la verdad es que Dios lo estaba preparando para ser el segundo al mando de la nación más poderosa de la tierra en ese entonces. Si José no hubiese pasado por todos esos procesos no habría sido el gran líder que fue, no habría ayudado a las personas que ayudó, y no habría salvado a la nación y sus hermanos de la hambruna que azotó la tierra. Lo que te quiero compartir, es, que no porque las cosas no salgan como tu quisieras, todo esta perdido; a veces es necesario pasar por procesos difíciles antes de llegar a lugares altos. Cada situación que atraviesas no solamente te llenan de conocimiento y experiencia, sino que también te hacen más fuerte y capaz; esos procesos que has pasado te an moldeado para ser la mujer que eres hoy, y te ayudaran para ser una mejor mujer el día de mañana; capaz no solo de gobernar correctamente tu vida y tu familia, sino quizá, hasta de rescatar a alguno, o algunos de los azotes de la tierra.
Animo, Dios no te ha olvidado, recuerda que después de la tormenta llega la calma; y si confías tu vida en las Manos de Dios, Él te Proveerá de Todo lo que necesites, aún de la salida para esta dificultad.
Tu turno! Cuéntanos: Después de pasar por las tormentas en tu vida, ves el crecimiento de tu persona con respecto a las dificultades, como te sientes? Puedes compartir con nosotras un testimonio sobre una situación a la cual te sobrepusiste, tal vez puedes ayudar a alguien que este pasando por lo mismo.
Has esta Oración: Padre Celestial, gracias por tener cuidado de mi en Todo; gracias porque entiendo que aún los procesos difíciles son parte de tu plan para hacerme crecer y ser mejor. Te pido que me des la fuerza para salir adelante aún cuando parezca que ya no tengo esperanza, dame el valor para continuar hasta el final; para que el día que me pongas a gobernar sobre algo nuevo, lo haga con diligencia y sabiduría; en El Nombre de Jesús, Amén.
Pastora Susan Cruz, Casa de Oración Elohím.