Me han herido!
El dolor es parte de la vida; no lo buscamos, no lo deseamos, no lo esperamos, sin embargo hay ocasiones en que es inevitable, y a veces es mucho más grande de lo que cualquier otro podría resistir.
En la vida experimentamos diferentes clases de dolor; el físico que afecta tu cuerpo como una herida, un dolor muscular, un dolor visceral, etc. Pero hay otra clase de dolor que aunque no necesariamente se manifieste en nuestro cuerpo (aunque en ocaciones si puede hacerlo), causa los mismos estragos, y a veces aún mayores; y aunque no se puede ver, medir o detectar sus causas, con los métodos convencionales de la medicina; son, muy a menudo, dolores que nos pueden acechar toda la vida. Te hablo de los dolores del alma.
Hoy hablaremos de ese dolor, que aunque quizá nadie lo pueda ver, entender o medir; está ahí, porque alguien lo provocó, y sea cual sea la causa por la que se dio, está latente y por eso dices "me han herido". Quizá sea una infidelidad, padres ausentes, un abuso (de cualquier tipo), cualquier clase de injusticia, enemistades, etc; las razones pueden ser muchísimas, y aunque tal vez no hiciste nada para merecer ese golpe, te hirieron, te lastimaron y hasta el día de hoy ese dolor es tan fuerte (o quizá aun mayor) que el día en que te lo provocaron. Cuando lo recuerdas, regresas a ese preciso momento en que todo sucedió; como si fuese una película que se repite una y otra vez, como si estuvieras presa en ese momento... Y la verdad Amiga mía, es que así es. Estas presa en el dolor, en el rencor, en la vergüenza, en la falta de perdón, en el pasado. No puedo imaginar lo duro que ha sido para ti este tiempo, tratando de reponerte de esas heridas; que tan terrible es lo que te hicieron, que quizá es inmencionable. Y tienes razón, nadie sabe lo difícil que fue y es para ti afrontar esta situación; por lo que nadie tiene derecho de opinar, y mucho menos de menospreciar tu dolor. Nadie puede ver tu corazón para comprender el porqué de tu forma de ser. La desconfianza es parte de tu personalidad, y no puedes abrir tu corazón a nadie, porque no quieres que te vuelvan a herir. Estas ahí?
Hemos hablado antes de como las heridas del alma son más difíciles de curar que las heridas físicas; quizá a veces, es hasta preferible que los golpes fueran con un cinto, y no con palabras. Porque los golpes del cuerpo se borran con el tiempo, pero quién puede borrar las palabras después de habladas, o las acciones después de cometidas; Nadie. Pero sabes qué?, vivir en esa cárcel No te hace Ningún bien; odiar a esas personas no resuelve nada, y desearles el mal no cambiará tu vida. Mientras No Perdones de todo corazón a tus verdugos, a los que te arruinaron la vida, seguirás siendo la víctima de su maldad, seguirás presa en sus cárceles y vivirás en la amargura todos los días de tu vida. No menosprecio tu dolor, y mucho menos te culpo de la situación en que te encuentras; pero quiero mostrarte otro camino, uno que quizá no habías probado, un camino que a pesar de esas heridas, te puede llevar a una vida Buena, Libre y Llena de Felicidad. Y ese Camino se llama Jesús.
Quiero hablarte de la posibilidad que tienes de dejar todo a tras y comenzar una Nueva y Mejor vida de la mano de Jesús. No se trata de una solución instantánea a tu dolor, ni de una receta mágica para sanar el corazón, ni tampoco de quien se va a ocupar de los que te hicieron daño para darles su merecido. Y aunque de todo esto se encargará El Señor, no será como ni cuando tu digas y quieras, pero será. La Biblia dice en Proverbios 11:2 Ciertamente el malvado no quedará sin castigo, mas la descendencia de los justos será librada. Lo que quiere decir, que Todos los que hacen mal, pagaran por ello; pero los que hacen lo bueno serán recompensados. No está en tus manos castigar a los que te hirieron, ni es la voluntad de Dios que vivas en la cárcel de su maldad; que tu alma cargue con las consecuencias del dolor por esas heridas no es la vida que te mereces. Hay algo Mejor para ti, y ese algo lo tiene El Señor.
Quiero invitarte a que, vivas en la Libertad a pesar de que aún digas: me han herido; porque fue para eso que Jesús vino, murió y Resucito. Lucas 4:18-19 El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados: Para predicar el año agradable del Señor.
Tu turno, Cuéntanos: Te identificas con este tema?; aún te sientes presa de estas heridas, y quieres cambiar? te invito a comunicarte con nosotras, queremos Orar por ti y ayudarte a caminar hacia la Libertad en Cristo Jesús. Tienes un Testimonio que compartir para animar a otras a tomar la Mejor decisión para sus vidas, Cómo dejaste de ser víctima y te convertiste en guerrera, comparte.
Has esta Oración: Amado Señor, me han herido y mi corazón duele cada vez que lo recuerdo; tu lo sabes muy bien, pues Conoces todas las cosas. Hasta este día he sido presa, víctima y avergonzada por mi dolor; pero hoy tomo la decisión de cambiar. Ayúdame a dejar el pasado a tras, a perdonar a los que me hirieron, y a levantarme para continuar de tu Mano. Te pido que vengas a mi corazón, lo Limpies, lo Sanes, lo Liberes y Vivas en el. Que perdones mis pecados y mi maldad y me Ayudes a ser una buena hija tuya y a hacer tu Voluntad. En El Nombre de Cristo Jesús. Amén y Amén.
-Si has hecho esta Oración y quieres que te ayudemos a tomar los primeros pasos hacia tu nueva vida en Jesús, escríbenos mujer.edificatucasa@gmail.com
Pastora Susan Cruz, Casa de Oración Elohím.